Muestro algo, pero no todo. Descubro una parte, pero dejo la otra en el misterio de lo oculto. ¿Hay más erotismo en la semi desnudez que en la desnudez total? Y aquella parte de lo deseado que no podemos ver y sólo imaginar, ¿será después tan interesante cuando finalmente sea develado?.
El juego de la seducción, que es eterno, tiene en esta estrategia un componente casi fundamental. El objeto de nuestro deseo aparece insinuado, alimentando generosamente la fantasía, acelerando la ansiedad, la erección y la pre eyaculación más copiosa. La atracción es poderosa y llegará a un punto donde será insoportable.
Hoy el foco estará puesto en el vello púbico, -de por sí un imán inevitable, irresistible- mostrado a medias, emergiendo desde un telón entreabierto. Estas imágenes hablarán del tema ya sin palabras y seguramente lo explicarán mucho mejor que mis interrogantes.
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No. No hubo penes hoy. Pero todo lo que no se mostró hoy se verá en el próximo post.
¿Podrán esperar hasta mañana...?
¿Podrán esperar hasta mañana...?