Hoy inauguro una nueva sección, algo que quería hacer ya desde hace un tiempo. "Déjà vu" será un instante de recuerdo, trayendo al presente algún post publicado y "ya visto" hace años en este blog. Y voy a elegirlos en base a que en su momento fueron especiales para mí, o bien porque su recepción tuvo un éxito de comentarios inesperado y más notorio que lo común. Si bien tengo un lado algo melancólico que todos ya conocen, más allá de eso, hacer Vellohomo en todos estos años resume un conglomerado de momentos entrañables, con presencias y comentarios, que al ser revisitados me llenan otra vez con el perfume de afecto conque fueron vividos. Los archivos están ahí, ¡todo está allí!, y muy de vez en cuando me interno en ellos, en especial, en las tantas tertulias del Café. Quedaron muchas cosas buenas que vale la pena recordar y, por qué no, volver a ver.
El déjà vu de hoy se trata de un clip que hice hace 11 años (!) para conmemorar un aniversario muy significativo para mí. El café comprendió de inmediato de qué se trataba y no tuve que decir más. El mismo aniversario hoy alcanza el número de 17. Y las orquídeas siguen floreciendo como al principio.
También permanece, intacta, mi dedicatoria. Y permanecen intactos los besos.
Para los que lo ven por primera vez, espero que lo disfruten.
El presente clip fue publicado en el post "Los martes orquídeas", el 21 de junio de 2011.