Nos encanta tomar café, no por casualidad Vellohomo tiene el suyo, frecuentado todos los días por sus entrañables parroquianos que se reúnen en sus mesas a charlar sobre hombres velludos y también de otros temas preferidos (sí, claro, hay otros temas...)
Tomo a razón de 3 cafés por día, promedio, sobre todo en los meses más fríos del año. Me gusta sentir su aroma mientras se está haciendo y el calor de la taza en mis manos mientras saboreo sorbo tras sorbo. Pero uno de los placeres más disfrutables es la posibilidad de tomar un café con alguien, en una reunión íntima o numerosa. Porque a partir del café, una exquisita excusa, viene lo mejor: compartir el momento juntos y todo lo que surja en él.
Hoy, nuestro café es compartido con estos señores.
Que lo(s) disfruten.
